sábado, 23 de agosto de 2014

El Cobro — Relato de Alejandro Pérez

El Cobro
AUTOR: Alejandro Pérez



I.

Estamos casados hace 25 años, Marisa tiene 45 y yo Luís 57 , tenemos una preciosa hija Inés de de 21 años , somos una familia de buen pasar económico y nivel social ,  tanto mi mujer y mi hija  son de cuerpo voluptuoso y carita de labios carnoso , no éramos una familia de moral estricta , Inés era bastante independiente y no le agradaba estudiar , salía bastante y tenia una activa vida nocturna

Todo sucedió una calurosa noche que paseábamos por un parque, ambas estaban de minúscula minifalda y escotados top , no me molestaba eso, al contrario estaba feliz de verlas lucirse , pasaron cinco muchachones que saludaron a Inés  ,se sentaron cerca y nos miraban constantemente  , uno de ellos se arrimo para invitar a mi hija a unirse con ellos , no me agradaba su aspecto pero aceptaba que fuera  , la vimos sentarse en medio de todos ellos , luego el mismo tipo volvió a nosotros convidándonos cerveza que aceptamos gustosos , se sentó al lado de Marisa halagando su cuerpo, se lo agradecí pero le hice notar que no se pasara de tono, que fuese respetuoso , respetuoso ? dijo riendo , mira la puta de tu hija nos debe bastante por drogas , y siempre terminamos cobrándonos, me pare para increparlo, pero rápidamente el puso una navaja en el cuello de marisa , mejor miren el espectáculo que después iremos todos a su casa .

Cuando miramos vimos a Inés arrodillada en el suelo y los cuatro muchachos con sus pijas afuera , la navaja marcaba el cuello de Marisa , jugaremos un rato , pídele a tu mujer que abra las piernas , y te aviso algo, no pienso repetir nada, me cuesta muy poco arruinar su rostro para siempre , tembloroso le pedí que abriera sus piernas y ella obedeció de inmediato , metiéndole mano en su sexo le ordeno, grita fuerte un numero del uno al cuatro , tres dijo marisa , vimos a nuestra hija venir gateando , se la chupo al tres mama? La punta e la navaja saco pequeñas gotas de sangre detrás de la oreja de Marisa, si hijita chupasela y trágate su leche, quien la tenia atrapada la felicito, comienza tu a chupármela puta y vos cornudo guíala en lo que debe hacer, debo reconocer que tenia un aguante terrible, pues mientras Inesita, se tomaba la
leche  de todos Marisa se la mamo todo el tiempo..

Regreso nuestra hija, siempre gateando , Fernando dijo con voz temblorosa , basta ya de esto, dame una semana y te pagare todo , tres fuertes bofetadas la hicieron callar , Marisa comenzó a llorar , yo le ofrecí darle el doble de lo que le debía , los tres rogábamos pero nada lo hizo cambiar de opinión , iras al callejón que ya conoces , estarás sola nadie te cuidara , tienes tres días para reunir el dinero , mientras hablaba su mano violaba el sexo de mi esposa , antes de irte muéstrale a la guarra de tu madre lo que me gusta , mi hija casi se tendió en el piso , Fernando se abrió y bajo el pantalón , la lengua de Inés golpeaba y lamía sus bolas hasta que su terrible pija estuvo bien dura , después se sentó sobre el mirándolo a los ojos y se ensarto el culito sola , saco sus tetas y el se las mordía morbosamente , mira bien puta porque repetirás esto en tu casa , yo lo miraba pleno de furia, el se reía y jugaba con su navaja ,mi hija saltaba sobre el hasta que la lleno de leche, la vi irse caminando con dificultad , mientras lloraba de impotencia



II.

Quedamos solos en la plaza , tenia impotencia de verlas así y no poder hacer nada , Marisa apoyo su cabeza en mi hombro , yo la abrace , que dulce pareja sentí la voz de Fernando , abre esas piernas mujer que aquí las putas siempre deben estar listas , levante mi cabeza y lo mire con odio , piensas hacer algo? me dijo desafiante mientras una de sus manos se desliaba por las piernas de Marisa , la saco con la tanga que usaba ese día  y la levanto como trofeo , los otros cuatro aplaudieron cuando la hizo flamear como bandera , la noche era completa y el parque poco iluminado , el escenario perfecto para ellos .

Cuando había pasado ya media hora que se fue Inés y todos habían manoseado a mi esposa, llegaron tres tipos mas , estos mayores y rostro de delincuentes Fernando hablo con ellos un largo rato , parecían divertidos pues reían todo el tiempo mientras miraban a Marisa , le hicieron una seña y ella de inmediato se acerco , yo no aguante mas y salí furioso a increparlos, pero por quien nos han tomado, traigan de inmediato a mi hija y no nos molesten mas , uno de los muchachos el mas corpulento me tomo de atrás y me puso de rodillas al piso , así fui testigo de cómo los tres recién llegados usaban por el culo a mi esposa , le daban con todo sin importarles sus quejas , nadie entraría al parque a esa hora y todos se sentían los dueños del mismo , cuando vi las pijas que le habían metido, lagrimas llenaron mi rostro , sin embargo ella se veía tranquila , quien me tenia de atrás me arrojo al piso  dándome fuertes golpes en el estomago , después me ordeno quedarme quieto , pusieron a marisa acuclillada sobre mi rostro , mientras ella limpiaba los miembros que la habían penetrado , cuando me obligaron a lamerla , sentí una leve cadencia de su cuerpo y el típico chapoteo de su lengua , cuando termino Fernando la tomo para abrazarla , caminaban delante nuestro , yo atrás con los otros cuatro , en mis manos su tanga , ellos parecían ser pareja pues paraban a cada rato para que el metiera mano mientras los otros me explicaban que yo determinaría las parejas que completarían el trío con Fernando para cogersela durante toda la noche , mis lagrimas explotaban de la impotencia , mas lloraba mas se burlaban de mi , deja de mariconadas recuerda como tu hijita conocía donde debía ir y que es la esquina de las putas , mira esa vieja al fin será feliz de la pija que tanto necesita, no llores maricon o quieres que a ti también te rompamos el culo , así toda la larga caminata hasta casa.

Cuando llegamos por supuesto abrí yo la puerta, todos me agradecían la invitación al entrar , su sadismo no tenia limites , parecían disfrutar bastante nuestro sufrimiento , una vez adentro  y a pesar de la hora pusieron música , yo de manera obligada servia bebidas , mientras habían desaparecido Marisa y Fernando, cuando este bajo estaba sonriente , preparara la cama, se dará una ducha y bajara con la ropa que elegí para ella , me obligo a abrir la boca y metió sus dedos , tenían el sabor de los  flujos de Marisa , al igual que tu nena me dijo, dos cachetazos y las putas entienden enseguida , al ver mis ojos nuevamente enrojecidos de furia dijo, esta bien, elije con quien deseas pelearte , si ganas nos vamos de inmediato, pero tu hija pagara igual su deuda ya que bien que disfruto las drogas , pero si pierdes , no solo nos atenderás , además lo harás vestido de mujer , tengo palabra me repitió ya también bastante nervioso, vamos párate y pelea es tu derecho como hombre , me tomo del cuello para levantarme yo estaba paralizado del miedo , marisa al escuchar los gritos bajo a medio vestirse , sus tetas saltaban a cada paso, al verla eso pareció excitarlos mas , no te preocupes puta mayor dijo Fernando, le dimos su oportunidad y míralo  es mas mujer que tu  , así que definitivamente será parte de la diversión , marica baja mis pantalones y mete bien profundo tu lengua en mi culo, di mi palabra y soy de cumplirla , los ojos de lastima de mi amada esposa  terminaron de derrotarme, cuando vi su rostro enrojecido de cachetadas .



III.

Me arrodille tímidamente, mire a Marisa a los ojos y vi un raro brillo en ellos, busca ropa de tu hija le ordeno Fernando, no te preocupes te trataremos bien, pero antes ven abrázame y dame un beso, mmm boquita calida como Inés, yo solo lamía sus piernas no daba mas, vi bajar la mano de mi esposa y suspirar cuando le tomo la tremenda pija , aléjate maricon no sirves para nada, atiende a mis amigos , ve mujer y vístete para divertirnos a tu hija le sobra ropa de puta , la vi irse con caminar lento , casi sonreír cuando todos la tomaban y la besaban a su paso , Fernando llamo a dos y los hizo ir tras ella, sáquense la leche y después se van, ya saben que la probaremos nosotros tres , no se aflijan después buscan a la pendeja en el callejón y es de ustedes toda la noche , me enfrento envalentonado, la haré ser tan puta que a partir de hoy tus cuernos no tendrán fin, sabes me divierte mas transformarlas que violarlas, no soy delincuente para hacer eso .

Sentía ruidos en la pieza pero no gritos de Marisa solo se aclaro su voz para decir soy una mujer decente y después un inequívoco jadeo de placer, casi una hora después ambos tipos bajaban con rostro feliz, la que me sorprendió fue Marisa, un corto body transparente y un hilo que no le tapaba nada, sus tetas libres  lucían frutillas por pezones , hasta pidió perdón pues debió ducharse antes , su perfume era suave, pero penetraba mas al verla tan sensual, Fernando la tomo de la mano y la hizo girar varias veces , se portaron bien mis amigos le pregunto, , temo por m hija por eso accedí respondió Marisa , siéntate al lado del maricon , dijo secamente Fernando , el se sentó del otro lado dejándola al medio,  comienza con el un beso a cada uno , quiero saber quien de los dos besa mejor, yo estaba estático, arrimo su boca y sentí el mas maravilloso chupón en años , su lengua jugo en toda mi boca, se giro y lo beso a el, mirándola en detalle note un brillo en su entrepierna, mi pantalón denoto un bulto que me era imposible disimular , besa lindo la yegua Luisito, me dijo el con toda confianza , dale otro pero métele mano que me parece esta media entregada , no fue mi intención pero al tocarla mis dedos resbalaban por su humedad , cuando fue el turno de Fernando , la dejo doblada en el sillón jadeando,

Ve a poner música Marisa y saca a bailar a quien mas te calentó, su rostro era un poema de la calentura, casi corrió hasta encender el equipo y busco lentos, fue directa hacia el y le extendió la mano, su cuerpo fue detalladamente palpado sin dejar poro por tocar, su boca busco el cuello de Fernando y se prendió a lamerlo, mi presencia poco importaba ya , estaba completamente desatada , los dos que quedaban se le prendieron por atrás y entre los tres la hicieron gritar de felicidad , parecían expertos , yo la miraba sin entender bien porque actuaba así, pero mi pene disfrutaba duro como pocas veces en mi vida , tres , cuatro cinco canciones, definitivamente Marisa no aminoraba su ritmo de absoluto frenesí,  vi que uno tomaba un pote y le untaba el culo, mas de eso no gritaba Marisa , por favor me calienta demasiado, basta chicos cogere sin eso , se arrodillo y comenzó una mamada de película, la pija de Fernando se perdía dentro de su boca, perdóname amor, no se que me pusieron, pero ardo de calentura ,  la soltaron y ella lloraba de  rodillas, queremos tu permiso para cogerla cornudo, , marisa al verme indeciso se prendió a mi miembro, lamía mis huevos con maestría, vamos amor responde hazlo por tu amada esposa , pensé que me la chuparía pero comenzó a pajearme con la misma crema, me dolía y no podía acabar , cojasenla dije desesperado, hagan de ella lo que deseen



IV.

Marisa me soltó, yo estaba en un estado de calentura terrible, que tiene esa crema pregunte, ya dejen de jugar así con nosotros, somos una familia que nos amamos, si mi hija se equivoco, solucionare eso, pero dejen de molestarnos.

Sabes que tiene esa crema amor? tiene el poder de que estas hermosas pijas se deslicen en lo mas profundo de mi culito , es la que uso para mi cuerpo , tu estas así pues te gusta verme con ellos , estas así porque eres un maldito cornudo , nuevamente vino hacia mi meneando sus tetas , escupió su mano y volvió a pajearme, disfrutas cornudo? Mírate jajajajj , movía rápido su mano, yo respiraba agitado , no te imaginas cuanto hace que Inés y yo somos putas de ellos , Fernando es un brioso macho que sabe tratarnos , mis pernas comenzaron a aflojarse , todos se reían de verme, sigue tu solito amor me dijo Marisa y observa bien lo que haré con ellos , porque así será tu vida de ahora en adelante .

Como poseída comenzó a bailar de manera sensual, ato su cabellera con una cinta, tomo aceite y lubrico todo su cuerpo, ellos tres la miraban cómodamente sentados, Fernando era quien mas abría sus piernas , marisa se arrimo gateando hacia el , su mástil de carne apuntaba al techo, Marisa lengüeteo las bolas que colgaban esperándola , me miraba fijo, su rostro transmitía placer , mira cornudo este es el macho que desvirgo a nuestra hija , ven acércate , camine hacia ella sin dejar de pajearme,  la vi entregarle su pelo atado que el tomo fuertemente para colorear su rostro a bofetadas , después la soltó , la mamada que inicio ella fue lenta , saboreaba su cabeza lamiendo en redondo, ella misma escupía y sorbía todo con sus labios apretados , se la metía a fondo y salía lentamente haciendo un ruido cuando la sacaba de su boca , repitió eso varias veces , Fernando suspiraba de placer , increíblemente a mi se me ponía cada vez mas dura , el le ordeno a Marisa ir con los otros dos, a quienes se la chupaba al mismo tiempo .

Ves cornudo  comenzó a hablarme Fernando, te das cuenta la puta que tienes a tu lado, si hubieses visto a tu hija cuando la desvirgue, chillaba como marrana, siempre fue una perra buscona, le encantaba calentarnos, pero viciosa la niña, me fue muy fácil meterla en una cama, que boquita tiene , como la de tu esposa , lo escuchaba tan atentamente que no me di cuenta que acabe pero seguía pajeandome, tampoco había notado que todos me miraban hasta que Marisa hablo , mira que maricon habías resultado ser amor, te calientas de saber como se cogio a tu hija , mira tus manos eres un desastre de leche , la vergüenza me invadió , porque no me ayudas a sentarme sobre el y después te arrodillas  a chuparnos , veo que te encantara entregarme , explote nuevamente mientras ella hablaba , Fernando y sus amigos no ahorraban insultos para mi , marisa reía estrepitosamente , de la vergüenza pase a disfrutar esa humillación , fe cuando repentinamente apareció Inés , de verla otra acabada  manchaba mis piernas , la mire como pidiéndole disculpas , ella solo me abofeteo , traigo leche en todos los agujeros, apresúrate a limpiarme , se abrió de piernas y me miraba de manera seria , rendido fui de rodillas hacia ella, , buena lengua el maricon, tenias razón madre , este cornudo será una muy buena sirvienta .



V.

De rodillas yo no paraba de llorar, fe mi propia hija quien me dijo, eres ridículo lloras pero mira tu basura, esta durísima, acabas de lamerme toda la leche que traía y sigues caliente, te gusto mi piel papito? Sentí que tu lengua lo disfrutaba, no me hables así eres mi hija, la bofetada sonó seca, mas respeto sirvientita, te contó mama como los conoció? , un día Fernando me daba por el culo en tu propia cama y ella entro de golpe, se puso a los gritos jajaj , yo la pasaba tan bien que seguí y no reaccionaba , cuando terminamos bajamos y estaba en la cocina , seguía nerviosa pero ya no gritaba , nos pusimos a hablar y trate de explicarle,  me arrime a Fernando y acaricie su cuerpo, mama nos miraba , cuando le toque la pija y se le marco el bulto me grito que era una descarada que me fuera de casa , pero no dejaba de mirarle la bragueta , yo se la saque y comencé a pajearlo, los ojos de mama estaban fijos y comenzó a reír nerviosa , nos fimos acercando hasta estar frente a ella , mi machito recibió una mamada de madre/hija que no olvidara jamás , tu como idiota de viaje y nosotros tres revolcándonos en tu camita .

No puedo creer lo que dices hija, mi voz se entrecortaba por el llanto, lo haremos ahora con los tres para que lo veas y nos creas, cundo comenzaron y entremezclaban sus lenguas con las pijas , comencé a tocarme, no podía entender que me sucedía , fue Inés quien me ato las manos y me tiro al piso boca arriba , se turnaban los machos en pararse sobre mi , ellas dos de rodillas me daban el espectáculo casi haciéndome participe por la cercanía , las babas que caían en mi rostro me hicieron acabar varias veces , fue mi esposa la primera en inclinarse para que la penetraran , a estar de cuclillas y cabeza al piso, las pelotas de los machos chocaban mi barbilla , me humillaba diciéndoles , no esta mi esposo por eso podemos coger tranquilos en casa , provocando la burla de todos , cuando terminaron con ella mi cara era un mar de acabadas , que mi deliciosa hija me hizo tragar frotándose en mi y regalándome sus deliciosos jugos .

Me dejaron en el piso , se me seguía parando sin tocarme , sus insultos comenzaban a ser las únicas palabras hacia mi, mi mujer y mi hija se besaban para divertirlos , pero note que entre ella Inés era quien dominaba , mi hija se me acerco diciendo, sirvienta nos atenderás a ambas por igual, pero esta puta que es tu esposa me debe respeto ya que mis machos son los que le dan placer , tu ya no serás hombre para nadie , mira que rapido te asumiste , te la pasaste pajeadote , ahora te desatare y te harás una paja en silencio, después me iré y te dejare con tu esposa, desde ahora tu otra  Ama  ya que en casa ahora mando yo , se reían pues me hacia saltar en cuclillas mientras me pajeaba , tenia razón Inés , lo mió era patético, pero comenzaba a disfrutarlo , no como placer propio , si aceptando s superioridad .



FIN.

AUTOR: Alejandro Pérez (c) 2014 - Derechos del autor

viernes, 15 de agosto de 2014

Mina, esposa fiel… — Relato de José Ignacio Cardilla

Mina, esposa fiel…
AUTOR: José Ignacio Cardilla

Mina bajó raudamente del taxi y se dirigió al restaurante donde la esperaba su esposo Marco. Por el apuro al descender, no pudo bajar su minifalda como lo hacía siempre y dejó al descubierto el elástico de las medias y parte del delicado liguero que llevaba; un pequeño descuido inevitable que hizo las delicias de los que pasaban por la vereda y le significó algún que otro piropo subido de tono. Mina enrojeció un poco pero ante lo insoluble del hecho, caminó rápido hacia la entrada.

Contaba con 29 años y sin ser espectacular, tenía los encantos propios de una mujer de su edad: la fuerza y la plenitud que hacían de su bonito rostro el blanco de miradas de un amplio sector masculino, que iba desde veinteañeros impetuosos hasta atildados señores de cincuenta y más. Pero sin dudas, lo que era un imán poderoso para las miradas era su entrepierna: dueña de generosos labios mayores, su vulva parecía querer saltar de los jeans y ni qué hablar cuando usaba calzas; por eso -y esto también era agradecido por los hombres- prefería el uso de faldas y polleras entre las que las minifaldas se llevaban las palmas (de los hombres, claro).
Con todo, su carácter era reservado y nadie podía decir de ella que fuera una mujer de vida licenciosa o algo parecido: amante y fiel esposa; ideal para cualquiera…

Con tal mujer, Marco podía considerarse un privilegiado. Y aunque le llevaba unos cuantos años, aún se conservaba bien, sin ser un adonis. Un tipo común, apenas bien parecido y que también recibía alguna que otra mirada de las féminas, aunque fuera sólo por esa curiosidad que tienen las mujeres de mirar a un hombre cuando va acompañado de una linda mujer: no miran los atributos del hombre; miran tratando de descubrir qué tiene ese hombre para ligar una mujer tan linda…

Habían quedado en cenar juntos porque los horarios de ambos no coincidían. Marco trabajaba hasta las 18 y ella hasta las 16, lo que le daba un tiempo sin él, que aprovechaba para ir a casa, ordenar un poco y ponerse linda para su marido. Cuando no lo esperaba en casa, les gustaba encontrarse en cualquier lugar del centro para cenar, tomar algo o caminar juntos por el placer de la compañía mutua. Tenían varios años de casados pero la llama estaba intacta.  Se amaban. Y se disfrutaban con pasión.

El detalle del descenso del taxi, observado por Marco desde el local, lo había excitado como, seguramente, a todos los que lo vieron. Recibió a su mujer con un beso efusivo -que provocó la envidia de los concurrentes- y luego ordenaron tranquilos. La diminuta pollera de Mina volvió a deslizarse hacia arriba y los hombres de las mesas contiguas clavaron sus ojos en el par de piernas enfundadas en delicadas medias blancas, coronadas con liguero de puntillas y encaje. Femenina al cien por cien, Mina adoraba estos detalles que hacían el deleite de su marido. Obviamente, ambos notaron cómo los hombres la miraban –la deseaban- pero no le dieron mayor importancia.
Mientras comían, Mina notó que un hombre la miraba insistentemente; estaba con dos personas más a pocas mesas de distancia y no dejaba de mirar sus piernas y luego subir descaradamente la mirada hasta contactar sus ojos. Un tanto incómoda, Mina informó a su marido y este se volvió para ver al curioso. Una exclamación de sorpresa acompañó su movimiento cuando lo reconoció:  un ex compañero de estudios que vino hacia él para fundirse en un abrazo, entre exclamaciones de alegría y risas compartidas. Ella quedó descolocada ante el encuentro y tuvo que aceptar las presentaciones de rigor:

-Amor, este es Lucca, un compañero de facultad que hace años no veía. Lucca, ella es Mina, mi esposa…

-Encantada -dijo ella, evitando mirarlo a los ojos porque aún estaba molesta. -Un placer -dijo Luca y la besó en la mejilla suavemente pero demorando el momento- La verdad es que no pude evitar mirarlos, hacen una linda pareja y vamos, Marco! eres afortunado, tienes una mujer muy bella! Picarón! Podría ser tu hija!...- Mina creyó descubrir un dejo de envidia y deseo en este último comentario y alertó sus antenas.     

-Verdad que sí? –dijo Marco, orgulloso de su mujer y casi olvidando que esta se había molestado ante la mirada insistente de su ex compañero- Es una bendición para mí… Pero vamos a festejar el re-encuentro, hombre! Pidamos un trago, que la ocasión lo amerita!

-Estoy con dos amigos -dijo Lucca- Me despido de ellos y claro que festejaremos!

-No es necesario, si son tus amigos, también pueden festejar con Nosotros. Te parece Amor?- preguntó Marco.

Ante el hecho consumado, ella aceptó para satisfacer a su marido, pero no dejaba de inquietarse internamente; algo en su intuición femenina, aquello inefable que tienen las mujeres, la ponía alerta…       

Marco y Mina dejaron su mesa y se ubicaron en la de Lucca y sus amigos porque era más amplia. Estos aprovecharon para mirar en cuerpo entero a Mina que captó inmediatamente la intensidad de sus miradas (estaré tan llamativa? –pensó- o es que estos son unos babosos sin remedio…). Lucca presentó a Mario y Enrico como compañeros de trabajo; ambos saludaron al mismo tiempo a Mina, con sendos besos en cada mejilla y posando cada uno sus manos en la cintura de ella; brevemente Mina se sintió aprisionada entre los dos y un calor, mezcla de azoramiento y confusión, subió por su cuerpo. Fue tan breve que Marco no lo notó, sí notó los dos besos a la vez pero lo tomó como propio del momento de efusividad. Suspendieron la comida y pidieron tragos para todos.

-Por los viejos buenos amigos- dijo Lucca levantando su copa- y agregó: y por la belleza de la mujer que nos honra con su compañía.- Dijo esto mirando fijamente a Mina, que pensó: “Babosos y lisonjeros además”…

Marco y Lucca bebieron y recordaron, sus andanzas estudiantiles, con la complicidad de Mario y Enrico que festejaban sus bromas y locuras. Mina, respetuosa como siempre de su marido, los acompañó con una copa y participó no tan vivamente del encuentro. Después de un rato Mina se levantó para ir al baño y los tres, a excepción de su marido, se volvieron a mirarla. Esta vez, no hubo disimulo y Marco se vio obligado a comentar:

-Eh, muchachos… disimulen un poco, que es mi mujer la que va al baño!...  

Achispado un poco por la bebida, Mario dijo: Sí, pero en verdad tienes suerte, está buenísima!. Sin ofender, claro…

Inmediatamente, Enrico aportó: Si yo tuviera una mujer así le daría todo el día!

Tus amigos están zarpándose demasiado – dijo Marco a Lucca, quien, lejos de bajar el tono de los comentarios, confirmó: -No los culpo, tu mujer es una hembra infernal, está para comérsela entera!-

Marco, algo nervioso, les dijo que pararan el tono de los comentarios porque, él lo entendía, tratándose de una mujer como Mina y según podía verse, por el estado de los muchachos que transmitía excitación galopante, no debían olvidar que era Su mujer, y marcó la pertenencia con una sonrisa de autosuficiencia. Los amigos, al ver que Marco ponía freno pero sin enojarse, bajaron el tono pero sinceraron sus deseos –su calentura-: propusieron a Marco seguir la reunión en otro sitio, con más tragos por supuesto, pero a condición que los dejara seguir disfrutando visualmente de su mujer; sólo mirarla no la dañaría, ni a él tampoco. El re-encuentro, la bebida, la amena y sincera charla, habían logrado un clima distendido y cordial que llevó a Marco a aceptar pero, les aclaró: tendría que decirle a su mujer. Si ella aceptaba esa especie de juego, saldrían juntos a algún lugar, pero si no quería, ahí terminaba todo.

Lucca, preocupado, dijo: -No le dirás que hablamos mal de ella, no? Que no se entere lo que comentamos…-
-No te preocupes- dijo Marco- Ella ya se dio cuenta hace rato.- Y agregó, como para dar un golpe de autoridad: Y yo también.

Fue hasta el baño en busca de su mujer y la encontró saliendo del servicio. Se había retocado un poco el pelo y las mejillas lucían levemente sonrosadas; estaba más linda que antes. -Qué suerte que viniste –dijo- Esos amigos tuyos no dejan de mirarme toda y no sé cómo reaccionar!.-  Marco le contó lo que habían dicho, incluso los comentarios sexuales y le preguntó si quería seguir siendo objeto de sus miradas; que él estaría todo el tiempo cuidándola y que le interesaba ver sus reacciones. Ella dudó; hasta ahora jamás había consentido abiertamente ser objeto de nadie, aún sabiendo que lo era todo el tiempo, por las miradas, piropos y groserías que recibía todo el tiempo en la calle o en el trabajo, pero aceptar ser mirada era otra cosa. Marco, que comenzaba a tomarle el gusto a la situación, arriesgó un poco más: Incluso –dijo- puedes ver tú misma hasta dónde puedes llegar…

-Qué!?... qué crees que soy? Cómo voy a… pero tú estás seguro que yo… -dudaba, Mina; en su cerebro, en su ser mujer, algo se movía lentamente, algo indefinido…- Cómo voy a permitirles…- y pensaba; se sabía hembra deseable, se sabía capáz de alterar humores y sentidos; se sabía con poder para jugar… Ok –admitió por fin- Vamos a ver cuán largas tienen las babas tus amigos; pero –y tomó las manos de su marido, mirándolo insegura- no me abandones en ningún momento; necesito tu apoyo permanente. Si no, no podré. Estarás ahí? Para mí?

-Ahí estaré. Para tí. Siempre…- Un largo y apasionado beso selló el acuerdo. Y volvieron a la mesa.

Los tres amigos los vieron llegar y esperaron ansiosos el dictamen de Marco. Pero fue Mina quien actuó, sorprendiendo al mismo Marco, le apoyó el culo en el paquete, alargó sus brazos hacia atrás como rodeándolo y levantó la cabeza para que su marido la besara. Marco, gratamente sorprendido por la repentina audacia de su mujer, la besó delicadamente y la giró hacia él; al hacerlo, ella quedó de espaldas a los hombres, que le clavaron los ojos en el culo. Marco la besó más profundamente y estrechó su cintura, lo que  subió levemente la minifalda y permitió a los hombres regodearse con la puntilla de las medias, parte del liguero y uno o dos centímetros de su tanga. Fue demasiado. Lucca, Mario y Enrico aplaudieron como festejando esa expresión de amor; pagaron de prisa y salieron, la pareja de amantes esposos en el centro.

-Bueno –habló Enrico- aquí cerca hay un club muy bueno, con buenos tragos y mejor ambiente. Vamos?- y miró directamente a Mina.

-No sé –dijo Mina- esperaba que el re-encuentro siguiera siendo íntimo y no rodeado de tanta gente extraña. Alguien conoce algún lugar más pequeño, más cálido?...- y como al descuido, hizo ademán de subir un poco sus medias; otra vez las piernas en el juego; otra vez tres pares de ojos escrutando hasta donde podían y más. Y Marco disfrutando. Y Ella también.

-Vamos a mi casa- dijo Lucca sin dudar- Estamos a media hora y de camino podemos comprar un par de botellas para seguir brindando. Les parece?

Todos estuvieron de acuerdo. Y partieron en sus respectivos móviles detrás de Lucca. De camino, Marco, risueño, le comentó a su mujer lo bien que estaba haciendo su papel. Ella contestó que lo estaba pasando super y aunque la situación era extraña, le gustaba ese juego de dar y quitar, de calentar y volver a frío a sus amigos. El alargó la mano libre, rozando suavemente sus piernas y subiendo; cuando llegó hasta su tanga la humedad intensa le confirmó que su mujer estaba disfrutando del momento.

La casa de Lucca estaba en las afueras de la ciudad rodeada de árboles. A Mina le pareció acogedora e ideal para seguir el festejo del re-encuentro que, hace rato, parecía derivar en otra cosa…
Se acomodaron en un amplio salón, en mullidos sillones y los corchos comenzaron a saltar de sus botellas. Lucca puso música y los esposos bailaron, felices y sueltos, sabiéndose envidiado uno y deseada la otra. Las burbujas del champaña y el narcótico olor a hembra que emanaba Mina; la música hipnótica y las hormonas a full de los hombres, extasiados de mirarla; la distensión que Marco y Mina experimentaban a medida que los minutos pasaban, hicieron que pronto se la disputaran para bailar

-Eh! No es justo –dijo Lucca- Nosotros no tenemos pareja y también queremos bailar con la dama!.- Acto seguido, la tomó de la mano y empezó a bailar con ella, aproximándose más de lo normal; Marco bromeó con los otros: -Ustedes no se duerman porque Lucca la va a acaparar y esta noche Mina no es exclusiva!...- Dijo esto con toda la doble intención que le fue posible, captada de inmediato por los alterados amigos. Mario se la disputó a Lucca: -Mi turno!- dijo y aunque la música no lo requería, bailó abrazado a Mina, como seduciéndola, como enamorados casi. Enrico fue más allá: se paró detrás de ella, bailando también, y pronto los tres quedaron apretujados al son de la música suave. Mina creyó necesario poner coto porque inevitablemente, los cuerpos de los dos rozaban el suyo, por delante y por detrás, y miró a Marco buscando su auxilio. Tal como habría prometido, al instante estuvo a su lado y, delicadamente, para no romper el clima creado, separó a Mina y sonriendo les dijo: -Despacio, chicos, que la muñequita es frágil. Todos rieron y propusieron un nuevo brindis.
Marco aprovechó para separarse junto a su mujer a cierta distancia y habló con ella: -Amor, estás bien? Quieres seguir? No es mucha presión para ti?...
-Lo estoy pasando super!- dijo ella- En verdad no sé a dónde podremos llegar, porque… habrás notado los roces… No sé…

Era evidente que los dos estaban ante nuevas sensaciones y era evidente que lo estaban disfrutando. Mina pensó un momento, con las risas y algarabía de los tres hombres como fondo; los miró discretamente, no estaban nada mal en realidad, no eran desagradables ni groseros. Calló. Pensó… Finalmente dijo: -Amor: si pasa algo más, hasta dónde puedo llegar?

-Dime la verdad: te gusta alguno, te gustan los tres?...

-No, tonto. Me gustas tú. Me gusta que estemos aquí. Me gusta que me ames hasta este punto, de permitirme disfrutar cosas nuevas… Mira, no forzemos nada; estoy dispuesta, sí, pero no sé cómo reaccionaré cuando suceda; quédate a mi lado y si me ves flaquear dame valor pero si algo me daña ayúdame y sácame de aquí, puede ser? – y agregó -provocando una inmediata y violenta erección en su marido-: será con o sin condones?...

-Él la abrazó y la besó con todo lo que el momento le dictaba –pasión, morbo, desenfreno-, le apretó el culo, introdujo su lengua hasta saborear cada parte de su boca, pellizcó suavemente sus pezones, hizo subir y bajar un dedo por el surco palpitante de su tanga empapado- y le recordó que estaba en su etapa del mes que le permitía recibir toda la leche que quisiera, por donde quisiera. Abrazados como los amantes que eran, volvieron al centro del salón, donde los tres hombres habían quedado azorados ante la efusividad de sus caricias.

Ya no era necesario fingir. Ni buscar subterfugios para acercarse a ella: en el centro, rodeada por cuatro machos anhelantes, Mina bailaba sensualmente con los ojos cerrados.

Lucca preguntó a Marco: -Hay algo que debamos saber?. Este, en silencio, se limitó a sonreir y palmeó a su esposa en las nalgas. –Sean cuidadosos –dijo- y fue sentarse en un sillón, dejándola sola con ellos.

Inmediatamente, Mario se puso detrás de ella y empezó a besarle el cuello y los hombros mientras deslizaba sus manos por los muslos, entre el elástico de las medias. Mina, siempre con los ojos cerrados, se dejaba hacer. Enrico vino por delante y la besó ardientemente a lo que ella respondió de la misma forma; el hombre dijo a Marco: -Uhmm!… deliciosa… tal como imaginaba…

-El manjar está más abajo- respondió Marco, que ya cargaba una erección formidable al ver a su esposa toqueteada como una puta cualquiera por tres desconocidos. (No. Una puta cualquiera, no –pensó- Una puta de lujo…).

Lucca hizo caso de las palabras de Marco y se arrodilló frente a ella, separándole un poco las piernas y empezando un lengüeteo que iba desde el interior de sus afiebrados muslos hasta el triángulo del tanga blanco, totalmente empapado. Mina dejó escapar un gemido cuando la lengua de Lucca presionó y succionó los hinchados labios, que asomaban de la tela en una imagen de lascivia total. –Vaya concha!- dijo, mirando a Marco- no sólo es un manjar; es enorme!... Creo que cabremos aquí todos Nosotros… -y abrió delicadamente los labios para introducir su lengua hasta el fondo. Mina abrió los ojos por fin y el espectáculo de verse abordada por tres hombres a la vez y la lengua de Lucca que hurgaba sabiamente en el fondo de su cavidad, hicieron que tuviera un primer orgasmo explosivo y abundante, tan cálido como lechoso que Lucca apuró como un verdadero elixir: -Uhmm... ambrosía de dioses –dijo. Y se relamía y limpiaba con su lengua los formidables labios de Mina.

Mientras Lucca devoraba la vulva de Mina, Mario le había desabrochado la blusa y el sostén, presionando sus pechos y sopesándolos desde atrás; Enrico por su parte, le lamía los pezones y tiraba su minifalda hacia arriba de modo que Lucca por delante y Mario por detrás, tuvieran el mejor de los panoramas, tanto para sus ojos como para sus manos. El conjunto de liguero blanco y ropa interior con puntillas hizo estragos en los inflamados miembros de los hombres, pero tácitamente, se obligaron a controlar su excitación: Mina valía la espera, además contaban con la autorización de su marido; ya le darían toda la leche que les estaba provocando…

Intervino Marco: -Mina, muéstrales a nuestros amigos qué cuerpo tan bonito tienes. Pero despacio, no sea cosa que les de un paro…- Todos rieron, incluso Mina, que fue a cambiar la música para desnudarse; al hacerlo se agachó mostrando en primer plano su hermoso culo. Enrico se agachó detrás, le corrió el hilo del tanga y lamió suavemente su ano. Esto la puso a mil; apartó a Enrico y comenzó a mover lascivamente sus caderas a medida que se quitaba el tanga, cuando lo hizo lo revoleó como un lazo y lo arrojó al grupo de hombres, Mario lo tomó y se deleitó con su húmedo aroma; hizo lo mismo con el sostén, que fue trofeo de Lucca. Así desnuda, sólo con las medias y el liguero, Mina movía su cuerpo con cadencia letárgica y a cada giro los hombres sentían como sus miembros saltaban por sí mismos. Lucca no pudo más y se acercó a ella, la tomo de los hombros y la hizo hincarse sobre la alfombra, Mina supo de inmediato lo que quería y buscó con sus dedos el miembro, hinchado y chorreante de Lucca; se sorprendió ante el grosor y mirando a Marco como buscando su aprobación (aunque era innecesaria) comenzó una felación que Lucca consideraría después como la mejor que le habían hecho jamás; tal era la dedicación, inspiración y cuidado que ponía Mina en su pasión. Mario se acuclilló detrás y comenzó a lamerle todo el surco, mordisqueando sus labios e introduciendo su lengua en el ano; los pliegues de Mina fueron cediendo a la firmeza que Mario imprimía a su lengua y sintió que los jugos otra vez pugnaban por salir de su ardiente enorme vulva; soltó el miembro de Lucca y volviéndose hacia Mario le dijo: -Métemela, por favor!... La necesito ahora!...- Mario miró a Marco porque estaba sin condón y éste le hizo una seña para que siguiera. Fue suficiente para él: se la pasó de arriba abajo por el profundo y mojado surco, se la sacudió en los labios carnosos, la hizo jugar un momento en el agujero del ano y luego se la clavó en la concha de un sólo golpe. Bastaron uno o dos enviones para que Mina explotara en un segundo orgasmo. Era una delicia ver su leche corriendo sobre el miembro de Mario; cuando este la sacó la segunda vez, lucía blanquecina por los efluvios de Mina. Lucca que miraba esto con los ojos casi en blanco no pudo más y lanzó tremendas descargas en la boca de Mina, que succionó, degustó y tragó todo lo que pudo; la leche de Lucca le saltó sobre la frente, en las mejillas y un último chorro cayó sobre sus tetas, enrojecidas por los mordiscos que le había prodigado Enrico un rato antes.

Como pudo, jadeando, sintiendo aún los estertores del orgasmo y manando leche por la comisura de sus labios, Mina llamó a Marco, que se acercó raudo (y erecto) hasta ella.  -Amor… mi amor, mi hombre… - decía extraviada- me veo demasiado puta?... Crees que estoy gozando demasiado con estos desconocidos?... Me ves como una yegua insaciable hoy?...

Marco la miró y sintió que la amaba profundamente; que nunca la había amado como ahora, que esa mujer –común, corriente, hermosa por ser hembra, maravillosa por ser suya- le estaba regalando lo mejor que tenía: su placer más profundo y más auténtico. Y todo era para él. Y para ella, por supuesto. Le contestó: -Estás maravillosa, mi vida… Haz lo que quieras. Destrózalos si quieres… No olvides que te amo… Y que yo también tengo una verga que te necesita!...

Ella sonrió; con el dorso de la mano se limpió la leche de Lucca en la mejilla: -Amor, no te preocupes, para tí te reservo lo mejor… Lo sabes, o no?... Guarda tu leche, la voy a necesitar… Ahora, voy a jugar a la puta un rato más. Me dejas?

Marco la besó, sintió el regusto del pene de otro en la boca de su mujer, y le sonrió: -Ve, puta. Reviéntales los huevos…

Mina fue directamente a los brazos de Enrico. –Vamos, hombre, dime qué tienes entre las piernas y te daré un agujerito de premio…- Enrico sacó una verga de dimensiones poco usuales: larga, gruesa y llena de venas palpitantes; ella, golosa, se la metió en la boca hasta sentir arcadas; no le importó; su marido la había autorizado a ser tan puta como quisiera, y a ella le encantaba!...
Mario recriminó: -Hey, putita, me bañaste con tu leche pero la sigo teniendo dura!- Ella le hizo una seña para que se acercara y, de rodillas entre los dos, comenzó a chupárselas, alternadamente, una a la vez, las dos al mismo tiempo, hasta que sintió que su boca no bastaba y que otros orificios pedían atención. Se levantó, besó a ambos con hambrienta lengua, se dejó tocar, manosear, lamer; estaba tan puta que ella misma no lo creía. Mario se acostó en la alfombra, con su mástil enhiesto y la hizo sentar en él; ella gimió, sintió que la perforaban hasta el fondo, que ese hombre le llegaba hasta donde sólo había llegado Marco y sintió que amaba a su marido, que lo amaba como no podría amar jamás a ningún hombre. Y por sentirse puta, por sentirse puta de un solo hombre – su Marco- se vino otra vez, se corrió como puta de todos, se corrió con un placer que la hizo temblar como si fuera la primera vez…    

Enrico, espectador privilegiado de ese orgasmo, llevó su verga inflamada hasta el ano de Mina; la hizo girar, hizo el amague de entrar, pero no; se inclinó y lamió ese agujero, lo ensalivó, lo degustó, era en realidad, un manjar real; pensó: - Cielos!... este culo es un privilegio!... Y Yo lo voy a tener, lo voy a penetrar, lo voy a reventar!!... Y metió la cabeza, Mina lanzó un quejido, casi un grito, empujó y ya eran dos o tres centímetros dilatándole el culo; empujó otra vez y se la enterró hasta los huevos; Mina gritó, presintiendo un nuevo orgasmo, no pudo –no supo, no quizo- ver bien, pero entre formas y figuras, creyó ver a su marido acercándose con la verga en la mano, abrió la boca como por inercia, y recibió las descargas de su hombre en plena garganta, y las de Mario en su concha y las de Enrico en su culo… Trató de gemir pero la leche le inundaba la boca; quizo reaccionar pero la leche le manaba de la concha; intentó decir algo pero le dolía el culo por tamaña verga recibida y su leche y la del hombre saliendo sin remedio…

Como pudo, extasiada, colmada de semen, puta como nunca,  trató de encontrar a su hombre. Cuando lo divisó, entre tanto pene dando vueltas, lo llamó, lo abrazó temblando, lo besó con boca que sabía a pija de otros, lo amó como nunca, como siempre: -Amor… fue increíble… fue terrible… No tengo palabras para describirlo… Seguro, es lo mejor que me diste en años de convivencia… Te amo, me has hecho tu puta, y la puta de otros… Me siento tan bien…

Marco la besó con todo su amor. Le tocó el culo, dilatado por otro; le palpó la concha, llena de leche de otro, absorbió su perfume, que olía a semen de otro; buscaba las palabras para no dañar nada en ella: -Amor: este juego llegó hasta aquí. Para mí también fue super pero no puede haber nada más. Fue la locura y la inspiración de una noche. De una sóla noche. Prométeme que nunca más se va a repetir.

Mina lo miró, confusa, agitada todavía, sintiendo que la leche recibida aún se agitaba en su interior y, mientras sentía que el semen de Mario se deslizaba por sus piernas, confirmó a su marido: -No mi amor. Te prometo que esto no se repetirá jamás.

Un hilo de leche – de otros- cayó desde la concha de Mina hasta la alfombra.

Ninguno de los dos estaba seguro de cumplir su promesa.



FIN
        



AUTOR: José Ignacio Cardilla (c) 2014 - Derechos del autor

martes, 5 de agosto de 2014

Fue Así (Final) - Relato de Ale Pérez

Fue Así - FINAL
AUTOR: Alejandro Pérez 


 Cuando nos quedamos solos, ambo desnudos pues se habían llevado la ropa, le pregunte porque me había engañado por tanto tiempo, llorando me pidió disculpas y me contó la historia, un día la habían invitado unas amigas que la envidiaban, Sandra le puso algo en la bebida y amaneció desnuda acostada con ella , quiso irse de inmediato , pero instintivamente algo la freno, Sandra se dio cuenta y le acaricio el pelo , apenaste vi supe que eras le dijo , chupame la concha como lo hiciste ayer , Raquel me contó que intento salir corriendo , pero la gorda la tomo del pelo y la abofeteo , le metió sus dedos en la concha y la pajeo hasta hacerla acabar , aun ante sus suplicas la puso de rodillas y se prendió a chupársela , sintió que hablaba con alguien y le decía , por 500 pesos te tengo un culito virgen , no supo explicarme como al escuchar eso chupo aun con mas ganas , fue Julián quien entre pataleos le rompió por primera vez el culo ,

Llorando pregunte entonces porque me dijiste te trajera , pensé que habían muerto en un accidente me respondió , pero en la semana aparecieron y no pude evitarlo, me atraen mucho, me gusta como me tratan , y yo dije, que pasa conmigo, mira por ti los dos encerrados y desnudos , te amo me dijo, eres el hombre de mi vida , también te amo respondí, pero mírame , de ser tu amo a desnudo y dependiendo de otros , mira dijo gritando te amo pero me encanta esto , si no te gusta te vas , adonde ire dije, mírame desnudo por no querer dejarte sola , serás cornudo entonces  y de verdad lamento esto , pero soy perra de ellos porque deseo serlo , hicimos el amor como animales  , ni me acorde lo que le había sucedido , cojimos sin parar , hasta que de golpe se abrió la puerta y entro Sandra , Raquel se olvido de mi y se prendió a besarla  perdóneme mi reina es que lo amo le dijo en tono de suplica , la gorda la aparto de un empujón, y me encaro, tu la amas o no? , claro que la amo respondí, es la mujer de mi vida, con sorna y de manera humillante Sandra me grito , pues me llevo a tu amorcito y si no te pajeas continuamente saldrás volando de aca , mira bien que hay tres cámaras instaladas , necesito a tu amorcito para chupar culos, estaré vigilándote si no te pajeas fuera y no la veras mas , tenia a Raquel de los cabellos y se quedo mirándome, pajeate cornudo o te saco a empujones desnudo, comencé a acariciarme y se me paro durísima , la gorda reía estruendosa , diviérteme amito, mientras te pajeas repite soy cornudo, soy cornudo , mire a Raquel y vi una sonrisa en sus labios , soy cornudo, soy cornudo, soy cornudo , cuando acabe , levante la cabeza y estaba solo , te amo Raquel grite y con furia comencé mi segunda paja, soy cornudo, te amo Raquel, soy cornudo , no tengo ideas cuantas me hice en realidad, solo se que me dormí agotado , y entre sueños balbuceaba, te amo Raquel te amo .

Cuando dormitaba  sentí la voz de Sandra aunque ella no estaba conmigo, has sido buen cornudo, mereces que la perra siga siendo tu sumisa, tu le darás las ordenes, las que yo te dictare, no te preocupes , solo yo, Denice y Julián sabremos ese secreto , bueno para ser sincera algunos mas que jamás sabrás quienes son , también lo saben, pero también conocen los favores de tu puta amada , Julián va con dos amigos a verte , si al llegar los esperas con tu culito empinado mantienes a tu sumisa, si no estas listo, te lo romperán igual , pero la perderás, tu decides colega Amito .

Todo era demasiado rápido, no daba tiempo a pensar mi amor por Raquel era autentico, apasionado, cuando los sentí entrar cerré los ojos, en el primer ensarte fui un mar de lagrimas, el segundo puro dolor, cando esperaba el tercero sonó la voz de mi amada Raquel, chupasela antes cielo, eres el hombre de mi vida , chupale esa delicia de pija y te amare mas aun , mi hermoso cornudo , cuando me gire solo estaba Julian


A la mañana siguiente me despertó Sandra, me acariciaba la cabeza diciendo, sos buen amo, y realmente formaste muy bien a tu sumisa, sabes porque te cojieron? Para que sepas el placer secreto de tu amada, desde la primera vez que vino a esta quinta hago lo que se me antoja con ella, ves esta manito amor? Le entra completa en el culo, es una puta viciosa y la tengo a los golpes, seguirá siendo tu sumisa, de verdad te ganaste mi respeto pero para mi es una cerda arrastrada y la usare cada vez que se me antoje, ahora te la mando, no los molestare mas, seguiré mi fiesta sin ustedes, pero cuando yo la necesite tu me la traerás, déjala dormir jajaja que la usaron mas de veinte personas , amito cornudo te la mando llena de leche a tu amada ., o mejor espera , salio y regreso con Raquel , mírale la carita me dijo, pura lujuria jajajjaja , sigues caliente cerda? Si mi señora respondió Raquel, pero mírate mujer marcas por todos lados y el culo marcado a cintazos , perdón señor me dijo en sorna, es que vinieron unos amigos muy sádicos  y tu amada ya sabes jaja, a pesar de que había dos amigas de ella también , se ofrecía a todo, alguien te obligo a algo cerda? No señora todo lo hice por ganas de hacerlo, jamás fui obligada, tienen noche de amantes si lo desean, hasta el mediodía no necesitare mas los servicios de su sumisa señor, los dejo pero los estaré vigilando.

Esto es una locura Raquel, mira como estas, como estoy amito? Estoy feliz, me gusta, siempre acabe pensando en usted, pero mire esa pija como la tiene señor, no me dejan enjuagar ni lavar, pero me encantaría chupársela, Amor le dije esta dolorida tu cuerpo marcado y usted con el culo roto mi señor, Javier se divirtió contando como se lo llenaron de leche, es un atrevido se la pasa llamándolo cornudo, pero usted me es fiel, lo vi pajeandose y nombrándome , primero le limpiare el culito con mi lengua, después se la chupo, pero debe ayudarme, solo tengo mis manos le dije de verdad me encantaría darte una paliza, te la mereces , tengo algo mejor dijo con voz melosa , yo lo lengüeteo y usted repita soy cornudo, soy cornudo jajajajajjaj , Raquel mas respeto grite enojado, mas respeto? De verdar quiere lo respete mi señor? , sabe señor me encanto la noche que pase , me dieron con todo , escuchándola  me relaje su mano me acariciaba, cerré mis ojos y me deje llevar, cuando después lamía mi culo, entre en completo éxtasis, ni me di cuenta, solo comencé a balbucear, despacio Javier que entrara toda, soy cornudo, soy cornudo y culo roto, la sentí moverse, puso sus piernas al costado de mi cabeza y comencé a lamerla , ella divertid me decía ahora estarás tragando la leche de tal, y así me los nombro a todos , nos reímos juntos, ya se las tomaras directamente cornudo , de lunes a jueves seré tuya, seré tu sumisa como siempre , pero el viernes esta puta será lo que mas le gusta ser y vendremos todos los fines de semana , no puedo vivir sin servirle a Sandra , chupe cornudo chupeeeeeeeeeeeeee jajaj mire como se le para , su manito me acariciaba , era seda para mi, levante las piernas cuando ella puso su culo en mi boca , se frotaba como si cabalgara , sus dedos entraban en mi, , vio la pijota que tiene amito? El me adiestro el mió y le estaré agradecida de por vida, intento meter la mano, me la saque de encima y la abofetee, intente cogermela contra la pared, ella solo se reía, arisco había sido el cornudo jajajaj , amito le digo cornudo y se le para ., porque no va a buscar a Javier señor , quiero ver como le chupa la pija , la insulte, anda cornudo o queres que venga Sandra y te  haga ver la realidad, desnudo como estaba sali a buscarlo .


 fin

Autor: Alejandro Pérez (c) 2014 - Derechos del Autor. 

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